Se suele decir que las diferentes situaciones extradeportivas no influyen en los jugadores una vez que saltan al campo, momento en el que se olvidan de todo lo demás y sólo piensan en el fútbol, en el partido, en competir, en ganar.
De todas formas, es imposible abstraerse, al menos mentalmente, cuando situaciones de impago provocan más de un conflicto familiar, porque cada uno en su casa sabe lo que tiene y es evidente que los jugadores de Segunda B no tienen el colchón económico de los de otra categoría. Obviamente este no es el caso del Albacete, donde se está al día en los pagos, precisamente porque sus actuales dueños cumplen con sus compromisos a pesar de la delicada situación.
El anuncio de la marcha de los actuales mandatarios y las incertidumbres que por ello se abren, han podido generar desasosiego. Resulta cuanto menos curioso que precisamente el mal momento del equipo coincida con la última disputa entre los dueños de la entidad y la Diputación, donde se ha llegado a oír hasta la posibilidad de que el equipo se retirase de la competición. Lo que parece claro es que habrá cambio de dueños y mañana hablará el presidente.
Generar esa incertidumbre dentro del vestuario, sobre todo para los jugadores con contratos de dos y tres años, no debe ayudar a que Aira ponga el remedio al mal momento que vive el equipo. Y ahí está la sombra de lo que le pasó al técnico berciano en el Real Murcia, algo que, quieras o no, está en boca de los aficionados.
¿Qué pasará si se marcha el presidente que aseguraba nuestros salarios? ¿En manos de quién quedará el equipo? ¿Estamos peleando por nada si aquí no llega nadie y el club desaparece? Son preguntas que deben rondas las cabezas de los futbolistas del Albacete. Porque no debemos olvidar que, tras el último varapalo judicial que daba la razón a la Agencia Tributaria, Hacienda quedó con las manos libres para embargar al club por la deuda existente y, sólo gracias al compromiso de los actuales dueños, los sueldos se cobran puntualmente, algo que, dicho sea de paso, casi nunca ha pasado en el club en anteriores etapas.
¿Afecta pues lo extradeportivo en el equipo? Pues sería para estudiar, por esa coincidencia en el tiempo y por el radical cambio de un Albacete solvente y solido que ahora mismo es un desastre defensivo y vive su peor momento de la temporada.
