El ahora denominado CD Alba Fundación anunciaba la pasada semana su «renovación de identidad» estrenando nuevo escudo. Renovación o pérdida, porque renunciar al escudo del Albacete Balompié yo lo veo más como una pérdida de identidad después de más de 20 años llevándolo en su camiseta.
De todas formas, el equipo sigue jugando con las equipaciones con el escudo del Albacete Balompié, algo que no se entiende. Si no les ha dado tiempo a cambiarlo, pues que no anuncien todavía ese cambio. Pero vamos, es una más en el proceso que lleva la entidad de querer separar totalmente al equipo femenino del club. Un desarraigo que nadie ha explicado y nadie entiende, porque toda la vida ha sido el equipo femenino del Albacete Balompié y ahora, según la página web oficial, es uno de los «clubes con convenio de uso de la Ciudad Deportiva».
Es mi opinión, pero el desprecio que se le lleva haciendo al fútbol femenino desde hace años es total desde la llegada de Skyline. Sinceramente, parece que molesta. Tras cinco años en la Primera División no se hizo mucho, por no decir nada, para evitar la pérdida de categoría y después se ha estado más luchando por no bajar otro peldaño que por cualquier otra cosa. Además, después de crecer con un técnico albaceteño como Matías Martínez y llegar a Primera y mantenerse con una entrenadora de la casa como Milagros Martínez, la tendencia ha sido siempre contar con entrenadores de fuera, dos madrileños y ahora un vasco, como si no hubiera entrenadores en Albacete y Castilla-La Mancha.
Lo dicho, ellos hablan de «renovación», yo de «pérdida de identidad», pero el Albacete Balompié sabrá la liebre que lleva cuando hace ya más de un año cambiaron el nombre de Fundación Albacete por el de CD Alba Fundación sin explicación al respecto.
