El fútbol está siempre cargado de detalles que vayan bien o mal marcan habitualmente los resultados y la situación en la tabla de uno y otro. Nuestro Albacete Balompié tuvo unas jornadas de complicaciones atrás, encajando demasiados goles con excesiva facilidad porque al rival se le concedía muy poco.
El problema parece haberse superado, ya sea por algún detalle técnico introducido por el entrenador, por el gran rendimiento que está teniendo Bernabé Barragán en su vuelta a la titularidad, o por ambas cosas.
Lo cierto es que la portería se ha cerrado para los rivales, que solo han podido marcar tres goles en los últimos cinco partidos de liga, un dato importante teniendo en cuenta que anteriormente se habían encajado 20 en 12 jornadas.
Pero como el fútbol son muchos detalles que cuando se juntan ofrecen temporadas como la que vivimos el año pasado, ahora es arriba donde el equipo muestra una gran dificultad para perforar la portería rival, y no será por ocasiones.
El Albacete encandila, ofrece un fútbol que se ve muy poco en una Segunda División bastante tosca y aburrida de cara al espectador. Ese detalle lo valora Rubén Albés como el que incita a los aficionados a estar con el equipo, sea cual sea el resultado y ahí tiene razón el técnico, porque en Albacete, la afición, cuando se juega bien sabe reconocerlo aunque el resultado no sea el esperado.
Pero por mucho que se lleve a la portería rival, el Albacete parece negado con el gol. Ha marcado cinco en las últimas ocho jornadas y esa falta de gol ha hecho que se queden algunos puntos por el camino. Al menos se logró ganar al Zaragoza y el horizonte se presenta un poco con esos tres puntos totalmente merecidos, como otros que se merecieron pero no llegaron.
Ver al Alba en el Belmonte es todo un espectáculo y la confianza en plantilla y técnico es máxima porque si de lo que se trata es de disfrutar viendo fútbol, el Alba de Albés es el mejor de la categoría.
