El Albacete es un puzzle incompleto. O bien, es un puzzle que no está sabiendo montar Luis César Sampedro. Opto más por lo primero, porque al técnico no se le puede negar la intención de encontrar la solución moviendo constantemente las piezas de un lado para otro a ver si da con la clave.
Los números están ahí. La fría estadística no lo es todo, pero suele clarificar muchas cosas. El Albacete ha encajado 21 goles en 10 partidos. Es el equipo que más recibe. Más de dos goles encajados de media por partido, lo que te obliga a marcar tres para ganar. Por ahí se explica lo complicado que resulta que este equipo sume tres puntos de una tacada, lo que sólo ha hecho una vez.
Algo falla en la defensa y debemos globalizar, porque una cosa es la línea defensiva, formada habitualmente por cuatro hombres, y otra la defensa, que es algo en lo que cada miembro de los 11 que componen el equipo tiene que participar. Así, el domingo frente al Valladolid vimos errores en la línea defensiva, pero también errores en la parte de arriba que afectaban directamente a la defensa.
Luis César ha probado ya una docena de combinaciones y no da con la buena, quizás porque no tiene las piezas correctas. La temporada pasada no hicieron falta laterales específicos, pero parece que en Segunda, donde hay mucha más calidad por las bandas en los equipos rivales, se echan en falta. La experiencia también es un grado, y el Albacete tiene bastante poca, y la irregularidad del equipo se deja sentir en momentos brillantes que preceden a otros de tremenda inmadurez.
Son ya seis derrotas consecutivas, un lastre que empieza a pesar, por mucho que todavía queden muchas jornadas por delante. Quizás lo peor sea la enorme fragilidad defensiva que muestra el equipo, y lo mejor el carácter de unos jugadores que, a pesar de los pesares, no bajan los brazos y siguen peleando hasta el último aliento. Pintan bastos, pero vamos a mantener la confianza en el técnico y esperar que se esté trabajando en compensar todas esas carencias que se vislumbran en el mercado invernal, aunque todavía falta mucho y habrá que ver cómo nos presentamos en el mes de enero.
