El Alba ha entrado en una mala dinámica de que la debe salir de inmediato. No es bueno acostumbrarse a perder y son ya cinco las derrotas consecutivas que el equipo arrastra en el campeonato de Liga. Muchos pueden ser los condicionantes que hayan llevado al Alba a encontrarse en esta situación, partidos en los que no mereció perder, pero donde un error, ya fuera propio o del colegiado de turno, al final ha condenado a los de Luis César al fondo de la clasificación.
La situación debe atajarse sin nervios. No es cuestión de perder los papeles por una mala racha, ya que todavía queda tiempo y muchos puntos para recuperarse, máxime cuando el objetivo del club es mantener la categoría y ya desde el principio se sabía que no sería nada fácil.
No debe haber nervios, pero sí estar muy alerta para encontrar dónde está el fallo, el problema, la razón por esos malos resultados. No se puede perder de la noche a la mañana la confianza en el trabajo de Luis César, el entrenador que devolvió al Albacete a la Liga de Fútbol Profesional tras tres años en el infierno. El técnico estará buscando soluciones, especialmente a la sangría de goles que sufre el equipo, cuyos problemas en defensa son más que evidentes.
En Segunda B el Alba se encontró grandes equipos con su mismo objetivo y equipos de barrio, aguerridos, pero con escasa calidad. Esa desigualdad existente en la categoría de bronce no se encuentra en la Liga Adelante, donde el control económico hace que los presupuestos sean parejos y la igualdad máxima.
Son muchas cosas las que hay que analizar. Está claro que la suerte es esquiva, pero no podemos achacar todos males a la divina providencia. Algo se estará haciendo mal si sólo se ha ganado un partido, y se han perdido seis, de los nueve jugados en Liga. Quizás hay que analizar los fichajes, con mucha gente joven y con proyección, pero ninguna experiencia en la categoría.
La defensa es fundamental en Segunda y el Alba tiene ahí un gran problema. Muchos centrocampistas, pero pocos defensas y menos delanteros. Quizás falta equilibrio en la confección de la plantilla. Sin duda son cuestiones a analizar, desde la tranquilidad y la confianza de que todavía queda mucha tela que cortar y que este equipo tiene mimbres para conseguir mejores resultados.
