En un mes tenemos elecciones municipales y autonómicas y, como suele ocurrir habitualmente, poco o nada sabremos sobre las intenciones de nuestros políticos a nivel deportivo. Está claro que las principales líneas de actuación de unos y otros pasan por temas mucho más importantes como el paro, la sanidad o la educación, pero el deporte está ahí, mueve a mucha gente y entre tantas cosas, pues también podrían preocuparse un poco del asunto, pues para eso existe una Concejalía de Deportes en el Ayuntamiento.
El caso es que el deporte en Albacete ha sufrido un importante retroceso. Las instituciones han primado mucho más la participación -votos- que la calidad y prueba de ello es que somos una de las pocas capitales de provincia que no tienen un club en la máxima categoría de alguna competición, ya sea fútbol, baloncesto, voleibol o balonmano, por decir algunas modalidades deportivas de equipos. A nivel individual, más de lo mismo, con el fracaso del programa CLAMO, en el que una gran mayoría de becados son adheridos a nuestra comunidad donde el nivel es tan bajo que pueden hacer caja -cobrar las subvenciones- con suma facilidad, hurtándole la ayuda que le corresponde a la gente de la tierra con peores registros, todo ello si no los pillan en los controles antidoping, que se han dado varios casos.
En Albacete, el partido gobernante hace tiempo que dejó el deporte al final de la lista, a veces parece que incluso fuera de la lista. Lo único a destacar, que tampoco es mucho, es que el último concejal de Deportes que pusieron, al menos, ha mostrado verdadera preocupación por el deporte y los deportistas. La lástima es el escaso margen de maniobra que le han dejado, prácticamente nulo. Pero insisto en que al menos se ha preocupado, porque los anteriores inquilinos del cargo… pa qué las prisas.
En el otro lado tampoco es que se hayan movido ni para salir en la foto. En cuatro años de oposición apenas cuatro o cinco ruedas de prensa para poner algún dedo en la llaga, sin profundizar en los temas ni darse cuenta de la mucha miga que podía tener el asunto a poco que rasparan un poco, pero para eso hay que hacer una oposición seria y no acomodada.
Vamos a ver qué aparece sobre el deporte en los programas de uno y otro y vamos a ver después que es lo verdaderamente importante, si coloca al frente del tema a un responsable que sepa lo que lleva entre manos y, además de intención, aporta realidades. En el bando del actual gobierno podría repetir Juan Antonio Belmonte, que no sería malo por la experiencia adquirida en esta legislatura y al que su propio partido debiera darle más cuartelillo y mando en la Concejalía. Vamos a ver primero lo que dicen las urnas y después lo que se puede hacer con el deporte de Albacete, aunque viendo lo visto, las esperanzas de que haya una resurrección son muy pocas.
