El Albacete no ha empezado con buen pie. Albés no ha podido dar con la tecla para, al menos, mantener el rendimiento de la pasada campaña. Obviamente no se puede comparar, ahora se tiene otra plantilla, que de momento no se ha mostrado mejor que la del año pasado.
Es lo que le suele pasar a los equipos modestos que hacen buenas campañas, que al año siguiente le quitan a jugadores, pierde alguno de sus mejores elementos y los recambios no dan el mismo nivel. Aquí ya lo hemos vivido, que se lo digan a Luis Miguel Ramis y la plantilla que se confeccionó tras jugar los playoff de ascenso a Primera, infinitamente peor, que se salvó del descenso en el tiempo añadido del último partido del campeonato con un penalti anotado por Mesa.
El caso es que el Alba 2023-24 no ha mejorado, de momento, al del año pasado. Fue uno de los equipos más goleados del campeonato y esta temporada ha perdido a su mejor central sin traer, de momento, un recambio y el único movimiento en defensa ha sido ceder a Alcedo, que jugó 23 partidos, 858 minutos y anotó un gol, para traerse cedido a Jonathan Silva, 12 partidos y 511 minutos en el Granada campeón de Segunda.
Cinco goles encajados en las tres primeras jornadas advierten donde está el problema y a todas luces la defensa ha perdido calidad. Jugar con la ambición que lo hace Albés tiene sus riesgos, por eso atrás debes tener una seguridad que ahora mismo no tienes y el desequilibrio nunca es bueno. Arriba se ha perdido gol, sobre el papel, y si atrás no se asegura mejor la portería, el Alba puede pasarlo muy mal esta temporada. El viernes se cierra el mercado y esperemos que haya movimientos.
