El Albacete Balompié atraviesa, sin duda, su momento más complicado de la temporada. Estábamos sumergidos en un sueño del que nos hemos despertado de sopetón para darnos cuenta de lo difícil que es esta categoría.
Leo ya muchos comentarios fuera de lugar para una plantilla que ha estado toda la temporada muy por encima de sus posibilidades y que todavía no ha dicho la última palabra, porque quedan jornadas suficientes para que ese sueño de jugar un playoff de ascenso a Primera pueda cumplirse.
Si echamos la vista atrás y nos vamos al mes de agosto, cuando comenzó la competición, todos los presentes hubieran firmado acabar la temporada de la forma tranquila que lo está haciendo el equipo, sin los sobresaltos de tener que pelear por la parte baja, por la permanencia, situación en la que aparecía el Alba en absolutamente todas las quinielas. Muy pocas veces uno se escapa a la realidad de su situación y no debemos olvidar que el Alba es un recién ascendido y que presenta un presupuesto muy por debajo del 90% de los equipos con los que está compitiendo.
Por eso no se puede tirar por la borda el trabajo de tantos meses porque el equipo haya entrado en un bache y el Racing de Santander le pintase la cara en el que, posiblemente, ha sido su peor partido de la temporada.
No por ello vamos a dejar de confiar en Rubén Albés y en sus jugadores, que nos están haciendo disfrutar como muy pocas veces ha hecho el Albacete en Segunda y solo hace falta ver la historia del club en la última década para valorar lo que este equipo está haciendo.
