Empezó la Copa del Rey y el Alba superó con claridad al Loja en la primera eliminatoria. Varias conclusiones me vienen a la cabeza tras un partido demasiado cómodo para los manchegos. Una de ellas es confirmar las grandes diferencias que habrá en el grupo IV entre los llamados a estar arriba y los llamados a estar abajo.
En el grupo I las diferencias fueron mínimas la temporada pasada, pero la pasada noche se pudo ver un Loja, recién ascendido, excesivamente flojo. Sin verticalidad arriba y una defensa horrible no es de extrañar que ya haya recibido dos goleadas en los dos partidos diputados, uno en liga y otro en Copa. No tocaban mal el balón cuando llegaban arriba, pero demasiado horizontal y con muy poca pegada. Se hablaba de que tenían bajas importantes, pero mucho tienen que cambiar para ser un conjunto solvente en la categoría de bronce. Quizás por eso no debemos lanzar las campanas al vuelo con nuestro Alba, porque todos los rivales no ofrecerán tantas facilidades. Muy bien el técnico Antonio Gómez resaltándolo en la rueda de prensa superior. La regularidad es lo que hace a un equipo estar arriba y eso es lo que tiene que buscar el Alba.
Lo bueno es que se jugó muy bien y se ganó con cierta autoridad, sobre todo en cuanto se abrió la lata y se superaron unos espesos minutos iniciales. Además el técnico preservó jugadores como Calle, Curto, Nuñez o Zurdo. Y es que el sábado hay un nuevo compromiso y Gómez hizo bien en dosificar y repartir minutos, porque hay que empezar bien en el Carlos Belmonte, que sabiendo los complicados campos que hay que visitar, está temporada tiene que ser un fortín.
Sin duda lo que más me gusto del choque fueron las evoluciones de Martins, un jugador que promete dar mucho juego si continúa por la misma línea que lo visto la pasada noche. No es un jugador excesivamente habilidoso con el balón en los pies pero se le vio una gran movilidad, fuerza y facilidad para ver portería. Parece ser un gran acierto su incorporación, aunque habrá que ver su evolución ya que también se le vio todavía algo falto de forma. Sí coge velocidad, el ataque del Alba será mortal está temporada, con mucha versatilidad en la parte de arriba al tener jugadores con perfiles muy diferentes.
También me gusto Julio Soria, sobre todo por las ganas que pone y su intención siempre de ofrecerse. Querer el balón define a los jugadores que quieren crecer y triunfar y parece que este joven futbolista marcha por ese camino.
Obviamente tras el 4-0 casi todo es positivo y por eso debemos tener calma y no emocionarnos demasiado. De momento el Alba sigue adelante en la Copa, aunque la siguiente ronda tendrá que lugar fuera de casa, ante el valenciano Huracán, el próximo día 12 de septiembre. Veremos lo que pasa porque todavía nos queda mucho camino hasta llegar al premio gordo.
Los que no tuvieron suerte fueron los otros dos representantes albaceteños. El Villarrobledo fue superado con cierta solvencia por el Cacereño. Los de Cazalilla pelearon bien e incluso pudieron ser superiores en juego, pero los goles los pusieron los extremeños y quizás la diferencia entre la Tercera y la Segunda B quedó reflejada en el marcador. La Roda dio mucha guerra ante el Arroyo, en una eliminatoria que tuvo que decidirse en la prórroga. En este caso el factor campo pudo resultar decisivo y los rodenses dicen adiós a las primeras de cambio en un torneo en el que habían puesto muchas ilusiones.
Sin tiempo apenas llega la segunda jornada de liga, aunque seguro que muchos están pensando ya en la tercera y en el derbi entre La Roda y Alba en el Municipal rodense el sábado 8 de septiembre a las 21 horas. Mala suerte en el sorteo, porque de haber sido al contrario el ambiente habría sido de gala en el Carlos Belmonte en plena Feria. Pero antes, el Alba tendrá que tratar de superar al Arroyo en el Carlos Belmonte y La Roda afrontará un complicado partido en casa del Cacereño.
