El Albacete ha devuelto la alegría a la afición con dos triunfos consecutivos que lo han sacado momentáneamente de los puestos de descenso, pero todavía queda mucho camino que recorrer, con 33 puntos en juego y la necesidad de conseguir al menos 15 para alcanzar los 50 con los que, presumiblemente, se mantendrá la categoría.
Hace unas semanas el pesimismo nos invadía, con una plantilla incapaz de ganar partidos y, lo peor, que transmitía una desidia que nos enviaba al pozo de la Segunda B y, quizás, a la desaparición.
A nuestro querido Julián Rubio lo devoró el vestuario, el mismo que varias jornadas antes se había comido a Pepe Murcia. Al final es lo de siempre, la cuerda se rompe por el lado más débil, el entrenador, y los jugadores son los que a la postre te salvan o te entierran, porque son los que tienen la capacidad de ganar o perder partidos, simplemente porque son los que juegan.
Ahora, con la llegada de David Vidal, parece que la plantilla está poniendo un interés que no se veía semanas atrás. Así son las cosas. Vidal, con su peculiar estilo, está acostumbrado a lidiar con la más fea y muchos son los ejemplos a lo largo de su carrera a la hora de salvar equipos moribundos.
De todas formas los números que presenta el entrenador gallego en estas sus primeras tres jornadas son idénticos a los logrados por sus antecesores. Así, Murcia, Rubio y Vidal sumaron seis puntos en sus primeros tres partidos. En la cuarta jornada se verá si se mejoran esos números, ya que los equipos de Murcia y Rubio cayeron derrotados.
Pepe Murcia empezó su andadura como entrenador del Albacete siendo derrotado en su visita a Vallecas (0-3) para después ganar al Real Unión en casa (1-0) y al Castellón como visitante (3-5). A la cuarta jornada se perdió con el Betis en el Belmonte (1-3).
Rubio comenzó como entrenador en la jornada 15, con la visita del Alba al Helmántico. Allí se perdió frente al Salamanca (2-3) para después encadenar dos triunfos seguidos frente al Levante (1-0) y en casa del Córdoba (0-2). Arrancó el 2010 con la visita del Hércules al Belmonte, y el Alba sucumbió a pesar de jugar muy bien (1-2).
Tras 11 jornadas sin ganar, Rubio fue destituido, igual que anteriormente lo había sido Murcia, ambos con 14 jornadas disputadas. El cordobés había sumado 16 puntos, mientras que Rubio sólo logró 13. Llegó Vidal, con otras 14 jornadas por delante, y empezó perdiendo en Elche (1-2), para después ganar dos encuentros seguidos, en casa frente a Las Palmas (3-2) y el pasado sábado en Murcia (0-2). A ver lo que ocurre a la cuarta y si el gallego es capaz de mejorar los números de sus antecesores.
Ahora ya no hay vuelta atrás, ni posibilidad de enmienda. Estamos en las últimas jornadas, en el momento de la verdad. Los errores ya no tienen cabida porque ya no hay margen, lo que ha entendido muy bien una afición que estaba dormida, pero que ha despertado a tiempo para estar junto al equipo en estos delicados momentos.
El enfermo ha mejorado, pero ahora no vayamos a olvidarnos de seguir dándole la medicación, que como vuelva a recaer, sólo nos quedará encomendarnos al Divino.
