La no renovación de José Alberto Toril, técnico del Albacete Juvenil de División de Honor, y Matías Martínez, entrenador del Fundación Albacete de la Liga Nacional Femenina, ha vuelto a remover los cimientos de una entidad que sigue viviendo día el día el permanente atropello de sus propios dirigentes.
Amén de que no existen argumentos deportivos para justificar estas bajas, pues ambos han realizando un excelente trabajo como se puede comprobar con los resultados de sus equipos y el buen ambiente que se respira en los mismos, el problema es que volvemos a echar de menos la total falta de cordura e incluso decencia en tal resolución, toda vez que sus contratos finalizaban el 30 de junio y en esa fecha se les comunicó que se seguía contando con ellos la próxima temporada. Un mes después se les comunica que no siguen, con la pretemporada planificada y con escaso margen de maniobra para entrenar en otro club. ¿A qué se debe este cambio de actitud?
A todo esto, los hechos se califican por si solos cuando leemos el comunicado que han enviado a los medios las jugadores del Fundación Albacete femenino, que no sólo sienten la impotencia de ver como de un plumazo se cargan el excelente trabajo de Matías Martínez durante nada más y nada menos que nueve temporadas, sino que también el «desprecio» con el que las trataron en el club los dos vicepresidentes, Pedro Lomo y Gonzalo Panadero. El tiempo podrá decir a la larga si lo que estos señores están haciendo en el Albacete Balompié está bien o está mal, pero con la actitud que tienen desde que llegaron sólo están consiguiendo hacer «amigos» tanto en Albacete como en el resto de España. La lástima es que nadie de los que hay dentro sea capaz de poner un poco de cordura, o simplemente la decencia de desmarcarse de la actitud prepotente, dictatorial y retorcida con la que se toman las decisiones.
Aquí les dejo el comunicado de las jugadoras del Fundación Albacete, que no tiene desperdicio:
Estimados lectores, desde el equipo Femenino Nacional del Albacete Balompié, queremos mostrar nuestro descontento, impotencia e indignación frente a las decisiones de la directiva del Albacete Balompié, de cesar al entrenador Matías Martínez sin causa justificada y a dos semanas de empezar pretemporada.
Para empezar queremos destacar la intachable trayectoria de Matías contando con 9 temporadas a sus espaldas. Durante este tiempo siempre ha luchado por el equipo y el fútbol femenino consiguiendo éxitos como el 4º puesto conseguido durante esta última temporada, pese a las dificultades y pocas oportunidades que se le presenta a éste.
Debemos hacer referencia a su labor con grandes jugadoras de índole internacional que recibiendo ofertas de equipos de Superliga han continuado en este club gracias a él.
Sus logros no se basan únicamente en lo deportivo, también ha conseguido un equipo unido, y un gran vestuario que hoy en día en el fútbol femenino es muy difícil de obtener porque ha logrado que seamos una gran familia.
Tras esta situación nos hemos dirigido a la sede del club Albacete Balompié para presentar nuestro desacuerdo y nuestro total, absoluto e incondicional apoyo hacia Matías. Para nuestro asombro quedará patente la forma despectiva en la que se nos han tratado dos directivos del club. Ambos se han dirigido a nosotras de una forma despreciable y con gran indiferencia. Tal ha sido el estado de nervios de los directivos que han llegado a sugerir que nos cambiemos de equipo, una plantilla de 24 jugadoras, rechazando así el fútbol femenino. Ante esta situación hemos contado con el apoyo de un abonado presente en la conversación, quien ha dado la cara junto a nosotras afirmando que esto era un total desprecio hacia el fútbol base.
También queremos mostrar nuestro apoyo hacia Alberto Toril, entrenador del juvenil que también ha sido despedido de forma injusta habiendo realizado una grandísima temporada teniendo en cuenta que se había hecho cargo de un equipo completamente nuevo.
Para finalizar queremos pedir el apoyo tanto a los aficionados del alba como a los simpatizantes del fútbol para conseguir un resultado justo.
