El Albacete informó ayer de la contratación de dos nuevos refuerzos, curiosamente dos argentinos, el delantero Caggiano y el centrocampista Buján. No sabemos si serán buenos o malos (aunque las referencias del segundo son para salir corriendo) pero desde luego nadie podrá decir que son jugadores contrastados, al menos en la Liga española.
El actual Consejo de Administración del Albacete se está acostumbrando a que el club funcione a base de ‘donde dije digo, digo Diego’ porque ya son numerosas las veces que se dice una cosa y se hace otra. Quizás es que lo que decían antes de entrar era pura utopía y ahora se están dando cuenta eso de que ‘no es lo mismo llamar que salir a abrir’ o simplemente una estrategia para echar a los que estaban y ponerse ellos.
Pues el director deportivo parece haber entrado en la misma dinámica, porque en su presentación este verano dijo que nada de jugadores extranjeros, que son difíciles de aclimatar, y que conocía cantidad de jugadores nacionales. «Tengo recopilados muchísimos jugadores nacionales, el dossier es muy grande«, decía, por eso el Albacete se ha dedicado a fichar cameruneses y argentinos. Meyong Ze salió rana, Suffo no paso ni las pruebas y al menos Alustiza, que llega con el cartel de ser suplente en un equipo de la segunda división argentina, dejó muy buen sabor de boca en su debut ante el Elche.
Ahora aparecen en escena Caggiano y Buján, que previsiblemente hoy estarán en Albacete para realizar el pertinente reconocimiento médico y, si todo esta ok, firmar sus contratos. No sabemos cuando llegarán los tránsfer ni cuanta gente viene en el viaje ni si el desplazamiento lo paga el Albacete, como en el caso de Alustiza.
Uno puede imaginar, viniendo del mercado argentino, que estos dos jugadores llegan de la mano del hombre de Máximo Hernández allá en la Pampa, Fernando Beade. Es un representante que colabora con Máximo. La pregunta es ¿le paga Máximo? ¿O le paga el Albacete? Ya digo que todavía no sabemos si estos fichajes llegan de la mano de Beades, pero, viniendo de Argentina…
Las estadísticas de Caggiano no son, ni mucho menos, espectaculares. Tuvo un año muy bueno en Huracán, donde marcó 16 goles. Después de eso lo fichó un equipo francés, pero no se aclimató al fútbol europeo y se volvió para su tierra. Ahora llega del Estudiantes, donde sólo jugó tres partidos en el Torneo Apertura, sin marcar ningún gol.
El caso de Buján ya asusta antes de que llegue. De momento sabemos que hace diaz días lió una trifulca en un partido amistoso que acabó por suspenderse. Así lo relata el diario La Capital argentino: «En una jugada intrascendente, Buján tomó de la pechera a Núñez y el jugador auriazul intentó reaccionar. Hubo algunos empujones, un par de golpes lanzados al aire sin destino y el revuelo generalizado. Antes de que las cosas pasaran a mayores, el juez del partido decidió poner fin al encuentro y todo se calmó«. Para rematar la faena, en la web eurobanfield.com leemos que «Esteban Santiago Buján abandonará Banfield en horas para irse a la Segunda División de España. El equipo, que lo recibirá con los brazos abiertos hasta que lo vean jugar, aún no trascendió«. Pues vaya ánimos.
Pues nada, ahora sólo nos queda verlos jugar y ver lo que pueden aportar a un Albacete que tiene un partido vital este sábado frente al Xerez. Sería bueno que la afición respondiera, a pesar de que el comportamiento de los dirigentes deja mucho que desear, de que se juega en sábado y de que es televisado. La gente debe acudir al Carlos Belmonte porque la única posibilidad que tiene el club de sobrevivir es mantener la categoría y por mucho que se empeñen sus dirigentes en cargarse 67 años de historia, son los jugadores, el equipo, el que tiene la llave de la salvación.
