Lo de Albacete y sus instalaciones deportivas merece un estudio concienzudo para saber como es posible conseguir que todas se caigan a pedazos. Hablar del estado de las instalaciones deportivas de la ciudad es hablar de la dejadez institucional que han ido teniendo con el paso del tiempo en su mantenimiento y que ahora es difícil de solucionar, porque todas estás viejas, obsoletas y con tantos problemas que uno no sabe, ni tiene el presupuesto necesario, para acometer el asunto.
Me pierdo en el tiempo al recordar cuando fue la primera vez que se habló de la necesidad de una gran instalación. Cuando la corporación socialista anuncio el proyecto Albacete Arena, que ya ha pasado a mejor vida, la preocupación de los clubes deportivos era si una vez construido se podría mantener.
Ahora la corporación popular también tiene su proyecto de una Ciudad del Deporte, para el que necesita el apoyo de otras instituciones, porque la magnitud de la obra supera la capacidad del Ayuntamiento. Pero volveremos a poner el foco en si luego se podrán mantener y no se caerán a pedazos en pocos años, como les ocurre a las actuales.
Ahora ha pasado a mejor vida el obsoleto y maltrecho globo presostático de la piscina del Belmonte, con una nueva cubierta moderna y, sobre todo, con eficiencia energética. Pero el resto de piscinas hace aguas, nunca mejor dicho, y los pabellones goteras, sin entrar en mas detalles.
Las quejas de clubes deportivos y usuarios en general son constantes y en el IMD, a pesar de tener grandes profesionales, no dan abasto. Albacete necesita inyectar dinero en instalaciones, mejorar las existentes y construir nuevas.