El Afanion CB Almansa se ha ganado un sitio en las grandes gestas del baloncesto de nuestro país gracias a su tercer ascenso consecutivo. Un equipo que hace tres años estaba en Primera Nacional se ha plantado en LEB Oro sembrando una corriente pasión por este deporte en una localidad donde el baloncesto siempre ha estado presente pero siempre en categorías menores a nivel regional.
La afición formó una marea azul para acudir cada fin de semana a la bombonera, empujada por el juego y los resultados de un equipo con un líder indiscutible, el entrenador Rubén Perelló.
Desde que llegó Perelló empecé a recibir mensajes positivos sobre la capacidad de este técnico que ya se había labrado un prestigio y decidió plantarse en Almansa para montar un proyecto cuyos resultados están a la vista. Ascenso a Liga EBA, a LEB Plata y ahora a LEB Oro.
En el deporte nada es fruto de la casualidad y más cuando hablamos de un trabajo de tres años. Una canasta separó el ascenso de la derrota, el trabajo habría sido el mismo y justo habría sido reconocerlo igual, pero obviamente tiene un valor añadido al alcanzar la segunda categoría del basket nacional.
Un caso similar está en Villarrobledo. La trayectoria del CBV en los últimos años ha sido magnífica, basada también en el trabajo de un técnico, Manuel Jiménez Júnior. El ascenso estuvo cerca, no se logró, pero la temporada es para enmarcar.
El trabajo, la ilusión y el compromiso han juntado sus fuerzas en estos dos clubes de la provincia que han liderado los éxitos del baloncesto de Albacete culminados con un ascenso a LEB Oro.