El baloncesto en Albacete lleva años rayando a un nivel sensacional. Es difícil encontrar otra provincia con tantos equipos en las competiciones FEB como tiene la nuestra. Y las cosas no son por casualidad, todo lleva un trabajo detrás que se debe poner en valor. Porque hay mucha gente trabajando de manera excepcional por un deporte que, con menos practicantes e incluso menos recursos que el fútbol, lo supera en calidad. En las cinco categorías nacionales de fútbol, Albacete tuvo dos clubes en competición; en las cinco de baloncesto fueron siete. Y todo eso con casi cinco veces menos en cuanto a licencias federativas en la región.
Nuestro Albacete Basket no pudo mantener la LEB Oro, pero se sabía que podía pasar, ya que su salida en la segunda máxima categoría nacional se produjo por la responsabilidad de sus dirigentes tras haber conseguido el ascenso, porque las ayudas fueron escasas y el presupuesto demasiado ajustado. Se hizo la plantilla que se pudo y no se llegó, pero se compitió con humildad y orgullo en una categoría cuyo nivel es altísimo, como se pudo comprobar en el Pabellón del Parque. El CB Almansa, ya con un poso importante en la categoría, sí logró la permanencia. El conjunto almanseño vivirá una quinta campaña en Oro, si la economía se lo permite. Su trayectoria es digna de elogio, porque pasó de la Primera Nacional a Oro con tres ascensos seguidos.
No menos brillante es la trayectoria del CP La Roda, la localidad más pequeña que puede presumir de jugar en la LEB Plata. También hemos tenido al Tobarra CB en Liga EBA, donde, con escasos recursos, no se pudo mantener. Estos clubes tienen una gran cantera detrás, igual que tenemos al CB Villarrobledo o los EBA y UCA en la capital.
El baloncesto de Albacete brilla a un gran nivel, a pesar de sus escasos recursos. Estaría bien que se dieran cuenta y pensasen que, con las ayudas adecuadas, públicas y privadas, soñar con la ACB no sería descabellado. Ahí lo dejo.
