Para los entrenadores el partido más importante es el próximo a disputar. Unos enseguida hablan de finales, otros no quieren ni mentarlas, porque consideran que una final es el último partido. La importancia de un partido la suele marcar la clasificación, la dinámica, lo que queda por jugar y todos esos factores que hacen que una semana tengamos una sonrisa en la cara y pensemos que nuestro equipo es el mejor y a la siguiente veamos a los jugadores como unos paquetes que no hacen más que darnos disgustos.
En medio de todo está la realidad que marca la tabla, que dice en estos momentos que el Albacete Balompié no jugaría la promoción de ascenso. Pero el equipo manchego está a un sólo punto de meterse entre los cuatro primeros y tiene ahora mismo una buena dinámica, con tres resultados positivos, siete puntos de nueve, y la buena noticia de acumular tres encuentros sin encajar un gol.
Llegados a este punto, este domingo visita el Carlos Belmonte el Lucena, tercer clasificado y que está realizando una segunda vuelta espectacular, en la que ha acumulado 30 puntos de los 39 que se han puesto en juego, siendo el mejor equipo del grupo, por encima de Cartagena y Jaén, equipos que tiene por encima en la tabla. Datos que dejan en evidencia los apenas 16 que lleva el Albacete en la segunda vuelta, cifra con la que sólo supera a Villanovense, Sevilla Atlético, Arroyo, Betis B y San Roque de Lepe.
Partido pues muy complicado el que tiene que afrontar el Albacete, pero que será clave para lo que resta de temporada. Tres puntos separan ahora mismo a ambos equipos en la clasificación y la victoria manchega serviría para adelantarlos, ya que ganaría el golaverage particular tras el 2-4 conseguido en la primera vuelta en tierras cordobesas. Con un triunfo, el Alba afrontaría las cinco últimas jornadas metido en los play off y los jugadores están convencidos de que, una vez allí, ya no habría quién les quitase el sitio.
Insisto por ello en la importancia del partido del domingo y, por ende, de la necesidad de que la afición haga el enésimo esfuerzo por acudir y estar con el equipo. Estamos siempre con las mismas, pero es lo que hay . Tener un campo lleno tiene mucho valor, y más en esta categoría, donde se acostumbran a jugar partidos con apenas un millar de aficionados. Por ello, no es lo mismo meter a 3.000 en un Belmonte que se vería medio vacío, que acudir 8.000 y meterle al partido esa presión que tanto puede pesar al rival.
Algunos empezarán a despotricar porque el club ha señalado el segundo Día de Ayuda, pero hay que pensar que viene el tercer clasificado y los encuentros que restan para el final son frente a equipos de la zona baja. Realmente la medida afecta a poca gente, sólo los que se hicieron el abono blanco. Muchos se hicieron el abono oro, que no paga, igual que los que tienen el abono plata, platino, vip, niño, joven o discapacitado. El club tiene que hacerlo porque de otra manera estaría perjudicando a los que se hicieron el abono oro para no tener que pagar en ningún encuentro. Lo de que la campaña de abonos estuvo mal hecha lo sabemos todos, pero ahora hay que asumirla.
Así pues, la medida no debe impedir que el Carlos Belmonte vista sus mejores galas y la afición acompañe al equipo en este partido tan importante que puede marcar un final de temporada donde todos los detalles cuentan.
