En los últimos años la fiebre del running ha calado hondo en Albacete. Aquel Circuito de Carreras Populares que empezó con modestia es ahora un terrible monstruo que ocupa prácticamente todos los fines de semana del año, ya que celebra un total de 48 pruebas.
Y ya no están sólo las pruebas del Circuito. Son decenas las que se organizan aparte, ya sea en diferentes localidades y modalidades, porque ahora también se ha puesto de moda el trail y qué decir tiene de las que se celebran en la capital con carácter solidario por distintas asociaciones y que todas reciben esa pequeña pero importante ayuda a través de las inscripciones.
Y, como no puede ser de otra manera, pues todos esos enfermos del running también quieren despedir el año corriendo, en una San Silvestre que empezó con modestia y a modo de prueba y que también se ha convertido en otro monstruo que genera muchos quebraderos de cabeza. No es fácil para los técnicos del Instituto Municipal de Deportes coordinar el recorrido con la Policía Local, para ver qué calles del centro se pueden contar. Y también por el gran número de participantes, hay que medir bien las distancias, porque los que salen a competir van como balas, mientras que los miles que se lo toman en plan lúdico, con graciosos y originales disfraces, llevan un ritmo tan lento que se pueden producir atascos y problemas en diversos puntos del recorrido.
No hay que olvidar que se trata de una fiesta del atletismo popular. Este año se alcanza la XIII edición y no sabemos si podrá repetir triunfo el gran Severino Felipe, con problemas de lesiones en los últimos tiempos. Cinco triunfos acumula ya Severino, el último el año pasado, con récord de participación, ya que se alcanzaron los 5.000 participantes. En la San Silvestre para adultos se cubrieron los 4.000 dorsales previstos y ahora también hay una San Silvestre para niños, que cubrió los 1.000 dorsales.
Este año la organización ha previsto 3.500 dorsales para adultos y 750 para niños. No podemos olvidar el carácter benéfico de la prueba, ya que gran parte de la inscripción se destina a una o diversas asociaciones, que obviamente reciben con agrado lo que les pueda caer. Veremos como ha ido este año la imaginación de los participantes con sus disfraces, que también tienen premio y hace que el disfrute de la prueba sea también para los que acuden simplemente a animar durante el recorrido.
