El deporte albaceteño vuelve a estar en las puertas de hacer historia y, como en otras ocasiones, es el Club Voleibol Albacete el que puede hacerlo. A pesar de las enormes dificultades económicas que pueden desembocar en la desaparición del club al final de temporada, el equipo, deportivamente hablando, está como siempre, realizando una digna campaña y paseando el nombre de nuestra ciudad por Europa.
Resulta curioso que un equipo acostumbrado a estar en la élite, que es el único de nuestra provincia y casi de nuestra región que habitualmente ha jugado competición europea (sólo lo ha hecho también, y con éxito, el Balonmano Ciudad Real) y que tiene en su currículum un título de Liga y otro de Copa, se encuentre siempre en el filo de la navaja por cuestiones económicas.
Acostumbrados a los despilfarros en el mundo del fútbol, el CV Albacete hace verdadera ingeniería financiera para sacar adelante presupuestos bastante más bajos que el resto de sus rivales para después acabar en la clasificación por encima de muchos con presupuestos infinitamente mayores. El trabajo del club para fichar jugadoras baratas y que ofrezcan el nivel para conseguir los objetivos marcados es, sencillamente, alucinante. Deberían copiar los director deportivos del mundo del fútbol, que cobran sueldos millonarios, de estos señores que sin cobrar un duro se baten el cobre y consiguen contratar una jugadora de alto nivel con un sueldo que seguramente sería duplicado por cualquier otro equipo de Superliga. Es para quitarse el sombrero.
El problema es que el proceso de profesionalización que está llevando a cabo la Federación se está cargando a los equipos modestos. ¿Cómo se puede entender que el club haya abaratado el coste de la plantilla con respecto a la temporada pasada y que el presupuesto haya aumentado en unos 120.000 euros? Desde luego no hay quien lo entienda. Si a esto le unes que los habituales patrocinadores privados, en lugar de aumentar sus aportaciones, las van reduciendo, pues apaga y vámonos.
A todo esto, el CV Albacete, mientras se debate entre la vida y la muerte en lo económico, se juega hoy en el Pabellón del Parque, a partir de las 19,30 horas, su pase a la Final Four de la Copa CEV. Todo un hecho histórico para nuestra ciudad al que no debemos faltar. La hora no acompaña, en día laborable, pero es necesario que esta tarde Albacete se vuelve con uno de los equipos que mayores logros deportivos ha conseguido y que puede dar otro paso de gigante.
La empresa no será nada fácil. Tras perder en Belgrado por 3-2 con 15-13 en el último set, en un partido impresionante y que acabó con Falvinha y Romanova lesionadas, el CV Albacete debe ganar, da igual el resultado, para forzar un set de desempate, denominado Set de Oro, que se jugaría a continuación, a 15 puntos. Tras pasar todo un infierno en Belgrado, hoy tenemos que convertir el Pabellón del Parque en un polvorín. Las gradas se tienen que llenar sin escusas, debe haber bombos y todo lo que sirva para hacer ruido. Albacete se tiene que volcar con su equipo para llevarlas, en volandas, a la Final Four.
El club se lo merece, las jugadoras se lo merecen, la ciudad se lo merece, pero sobre todo, Teresa Ruiz, Manolo Abiertar, Juan Munera, Juan Carlos Jiménez, Miguel Ángel López, Pepa Caja y Manuel Cánovas son los que más se lo merecen. Son los que se gastan su tiempo, su ilusión, algunas veces su dinero y su vida, para que el CV Albacete esté ahí y tenga la posibilidad de acudir a una Final Four. No cobran sueldos, no reciben ningún reconocimiento, pero están ahí, algunos desde hace más de veinte años, luchando contra viento y marea, para que el voleibol femenino sea una realidad, con más de 200 niñas practicándolo en nuestra ciudad.
Por eso hoy no les podemos fallar. Albacete no les puede fallar. Hoy seremos todos del CV Albacete y sólo tendremos una cosa en la mente, ganar al Estrella Roja. Hoy tendremos que dejarnos la garganta en el Pabellón del Parque para llevar al CV Albacete a escribir otra página más de oro en su historia. Nadie puede faltar a la cita. Pasaré lista.
