El mundo del deporte, es demasiado resultadista. Ganar trae los halagos, la alegría y las buenas caras. La derrota saca lo peor, a veces con críticas desmedidas e incluso los insultos. Lo vemos todos los domingos y todos los años, principalmente en los equipos de fútbol. Cuando las cosas se tuercen los futbolistas son acusados de mercenarios, los entrenadores vilipendiados y señalados. Es...
Hay que aplaudir también en la derrota (La Tribuna, 25-04-17)
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