Ya antes de jugarse la primera eliminatoria del playoff de ascenso a Primera División el nombre de Rubén Albés corría como la pólvora por los mentideros futbolísticos. Tras la eliminación del Albacete al técnico vigués por lo visto lo quieren la mitad de los clubes de Primera.
Los rumores se han desatado con virulencia en torno al Albacete. Es lo que tiene hacer una buena temporada y ser modesto, que todos los que tienen más capacidad económica vienen a saquearte como supermercado en las películas americanas.
¿Podrá mantener el Albacete a su entrenador y sus mejores jugadores? La lógica nos dice que será muy difícil, porque el fútbol no deja de ser un negocio, tanto por una parte como por otra, tanto por el jugador que recibe ofertas para mejorar su contrato en cantidad y calidad como para el club que recibiría una buena suma por el traspaso. Veremos como termina la cosa, si Rubén Albés continúa en el proyecto, lo que apuntaría la lógica tras renovar su contrato apenas hace unos meses y los jugadores con contrato y con ofertas que deciden mantenerse, algunos también renovados recientemente.
Lo que al menos otorga confianza es que Alfonso Serrano consiguió hacer un equipo de la nada que ha sorprendido a propios y extraños. El mundo del fútbol es caprichoso y cuesta mucho repetir, pero si se mantiene la línea de trabajo es obvio otorgar un gran margen de confianza al trabajo de la dirección deportiva de cara a la próxima temporada. El fútbol no tiene memoria. La temporada 2022-23 ha sido una gozada, hemos soñado y nos hemos divertido, pero ya es historia.