El trabajo de los clubes de cantera no se limita a enseñar un deporte. Su función dentro de la sociedad va más allá y no es otra cosa que educar en valores, algo que a la larga resulta fundamental y vital en el desarrollo de esos niños que un día serán adultos y a buen seguro que pondrán al servicio de la comunidad y de su entorno todos esos valores que le enseñaron a través del deporte.
El fin de semana se jugó en Albacete la Copa de Primera Nacional de baloncesto. La victoria deportiva fue para el EBA, pero también hubo otra victoria este fin de semana, la del trabajo que el club realiza en su cantera, que se vislumbra a través de la educación en valores que transmiten a esos 400 niños y niñas que han apostado por el baloncesto.
Porque al final, de ellos, muy pocos llegarán a categorías superiores cuando sean adultos, pero habrán aprendido cosas que van mucho más allá que el meter canastas, defender el poste alto o hacer una puerta atrás. Habrán aprendido que el trabajo en equipo es fundamental, que la solidaridad en el esfuerzo no se negocia y que la victoria no solo está en meter más puntos que el rival, también en progresar como persona individual y colectiva a través del deporte.
Todo eso se vivió en el Pabellón del Parque, con las gradas repletas de esos niños y niñas del EBA que practican el baloncesto con pasión y con ese sentimiento de club que no deja de ser un aprendizaje en valores. Ver como la pista era invadida al final de los partidos para formar un abrazo multitudinario y celebrar el triunfo define muy bien lo que es el trabajo de cantera y lo bien que lo hace la gente del EBA. Gracias por formar personas y educarlas para la vida adulta.
