Que el Albacete nos ha ofrecido una de las peores temporadas que se le recuerdan está ahí, así como la falta aprendizaje que la propiedad ha tenido de los errores que ha cometido, que han sido demasiados y continuados. Rápidamente nos anunciaron un nuevo e ilusionante proyecto, que de momento no es que haya ilusionado mucho a los aficionados.
Para cubrir el importante hueco de director deportivo se optó por un perfil que tuvo buenas temporadas en el pasado, pero cuyos últimos proyectos en Deportivo y Córdoba han sembrado algunas dudas. Su primera resolución ha sido contratar para el banquillo al técnico que ya tuvo en el Deportivo, Rubén de la Barrera, uno de esos jóvenes un tanto pedantes en el vocabulario, a los que se les llena la boca de frases para la historia, pero que su temporada en Riazor, donde llegó para sustituir a Fernando Vázquez, no es que haya sido para tirar cohetes.
A nivel de plantilla, se ha renovado al uruguayo Emiliano Gómez y se ha recuperado al venezolano Yaimil Medina. Mientras tanto, el club anunció que no cuenta con el albacetense Miguel Ángel Gómez y Alfon se quedará en el Celta tras marcharse al equipo vigués cedido con opción de compra al no contar en el Alba. Antes, se había mal vendido a Álvaro García. Da la sensación que lo formó en casa no vale, pero sí lo que la propiedad nos trae del otro lado del charco. Normal que los canteranos salgan por piernas, seducidos por otros clubes, al ver que aquí no tienen salida.
Así que, hasta ahora, ilusión poca.