Sinceramente tengo la cabeza echa un lío. El partido ante elGirona me dejó dos lecturas muy diferentes. Lo siento, pero lo primero que pienso es que este equipo camina irremediablemente hacia el desastre. Si después de hacer el mejor partido que le he visto al Alba en mucho tiempo no es capaz de ganar, apaga y vámonos. Queda esa sensación de que da igual lo que hagas, el destino está marcado y toca cruz.
Por otro lado, ver de lo que es capaz este equipo invita a cierto optimismo. Jugando así se tienen que ganar partidos. Ya se vio frente al Cartagena y se refrendó, con un partido todavía mejor, frente al Girona, aunque luego nos llegase el mazazo de realidad en el tiempo añadido que nos dejó el cuerpo descompuesto.
Y la cruda realidad es que no hay plantilla para mantener la categoría. Alejandro Menéndez, ya lo hemos dicho, consigue sacar un equipo titular más que respetable, sobre todo si Ortuño está enchufado, pero en cuanto mueve el banquillo todo se desmorona y en Girona quedó bastante claro una vez más.
Esta competición no está echa para que jueguen siempre los mismos, por eso las plantillas las formas 25 futbolistas. Un entrenador necesita entre 18 y 20 jugadores en dinámica para mantener una regularidad y Menéndez apenas consigue aguantar al equipo titular.
El Alba lo hizo fenomenal en Girona, pero iba demasiado al límite y eso tiene sus consecuencias. Tres lesionados, o sea, que se nos cae ese titular decente y tocará poner a esos que no dan el nivel. Viendo el límite salarial, y la plantilla formada, solo puedo pensar en lo mal que se ha gestionado todo a nivel deportivo.
