No estábamos preparados para la que se nos ha venido encima. La pandemia nos ha recluido en nuestras casas, cuando no somos animales solitarios. Nos gusta juntarnos a correr, a echar unas canastas, a pegar cuatro patadas a un balón, a realizar rutas ciclistas. Hablo, obviamente, de los que les gusta el deporte y lo viven de forma cotidiana y saludable.
En casa también se puede hacer deporte, aunque obviamente no sea lo mismo. Creo que en estos días es importante no pasarnos todo el rato en el sofá devorando series, películas o libros. El día tiene muchas horas y se pueden repartir.
Tener la mente entretenida es vital en estas situaciones. Estar encerrado entre cuatro paredes no puede ser sano si no hacemos más que darle vueltas a la cabeza y no lo afrontamos con una dosis de positivismo siempre necesaria. La reclusión a la que nos vemos sometida requiere cuidar nuestro físico y también nuestra mente y, muchas veces, una cosa va unida a la otra.
Uno puede ser aquella serie que tantas ganas tenía y no encontraba tiempo, recordar aquella película mil veces vista y que volvería a ver otras mil por las razones que sea, leer ese libro que te regalaron un cumpleaños y estaba cogiendo polvo en la estantería. Pero también hay que desempolvar el cuerpo haciendo un poco de ejercicio, liberado músculos, quitando tensión y dándole a nuestra mente más alimento, a través del ejercicio, para mantenernos cuerdos en esta situación. Necesitamos cuidar el cuerpo, el alma y la mente, utilizando todos los recursos a nuestro alcance, como echarse cuatro bailes junto a mi hija con el Just Dance.