Llegados a este punto es hora de tomarse un descanso. Acabó una temporada larga, emocionante, ilusionante y movida. Para los que seguimos el día a día del deporte albacetense son más de 10 meses de alegrías, decepciones y celebraciones.
Ha sido una temporada para el recuerdo, por muchos motivos. El primero, poder volver a ver al Alba pelear por un ascenso a Primera. No se logró, pero las sensaciones fueron tan positivas durante la temporada que es como si se hubiera conseguido. Hacía mucho tiempo que no se hablaba del Albacete a nivel nacional y el equipo de Ramis se hizo con un hueco entre los grandes con una temporada, como ya hemos dicho, para enmarcar. Uno se va de vacaciones sin saber todavía lo que pasará con el CP Villarrobledo, pero ojalá pueda consumar el ascenso a Segunda B. Son muchos años peleando, muchos sinsabores, y este año además sumido en una grave crisis. El compromiso de un grupo de jugadores, el interés de los hermanos De la Cruz por sacar a flote a la entidad y el trabajo de un técnico como Jesús Castellanos se merece ese premio de alcanzar la Segunda B.
Sabido es que yo soy mucho de baloncesto. Es un deporte que me gusta y que lleva muchos años dándonos grandes noticias. Esta temporada repitió el CB Almansa, logrando su tercer ascenso consecutivo, que se dice pronto. Espectacular el trabajo de Rubén Perelló, que ha puesto a esta localidad en lo más alto que, seguramente, uno puede aspirar. La lástima fue el descenso de La Roda, pero tuvimos otro ascenso a EBA, el del Tobarra CB.
Enhorabuena a todos. Ahora toca un poco de relax, que siempre es bueno desconectar. Feliz verano.
