Dos partidos lleva el Albacete Balompié, además frente a rivales llamados a estar arriba, y la verdad es que el equipo ha dejado más cosas positivas que negativas.
Está claro que la propuesta futbolística de Luis Miguel Ramis es literalmente opuesta a la realizada por Enrique Martín. No quiere decir esto que sea mejor ni peor, sólo que es diferente. Muchas veces uno tiene que agarrarse a lo que tiene, y no es por defender a Martín, pero el navarro no contaba con jugadores de la calidad de Febas, Tejero, Mvondo, Ortuño o Manaj. Y todavía nos queda por ver lo que pueden ofrecer Olivera, Malsa o los dos fichajes de esta semana, así como Eugeni, al que de momento no parece haber encontrado Ramis el sitio donde explotar su reconocida calidad, por lo menos tras dos partidos en los que fue titular, pero apenas apareció.
Obviamente la defensa es de momento la linea más débil, por diferentes motivos, pero para solucionarlo ahí está Tomeu Nadal, impresionante frente al que posiblemente acabe como máximo artillero de la categoría, Rubén Castro.
Frente al Deportivo se vieron detalles y frente a la UD Las Palmas se vio, sobre todo, actitud. El equipo se recompuso tras el injusto gol encajado antes del descanso y tomó el mando del partido con autoridad y, sobre todo, un fútbol de equipo. No hubo un jugador que sobresaliese de los demás, todo era parte de un engranaje que, cuando funcionó, metió a Las Palmas debajo de su portería. Pudo haber suerte en ciertos momentos, no nos engañemos, pero el Alba nos dejó sensaciones de que este año, al menos, vamos a disfrutar de lo que veamos sobre el terreno de juego.
