Dos jornadas han pasado y ya hemos visto las dos caras de la misma moneda. El Albacete Balompié nos dio una de cal y otra de arena.
Tocó empezar en casa de un recién descendido de Primera, que ha hecho una plantilla casi nueva para buscar el ascenso y quizás por ello le pillamos todavía un tanto desajustados. Mucha calidad, pero poco orden en un Granada al que el equipo de José Manuel Aira pudo sujetar muy bien defensivamente hasta los minutos finales, en los que se notó lo corto de la pretemporada, pero no lo aprovecharon los granadinos.
Así, se logró un valioso empate en uno de esos campos donde pocos van a mojar esta temporada, aunque también quedó manifiesta la dificultad del equipo para generar peligro en el área contraria. Bueno, por resguardar bien la parte de atrás se llevó menos y se logró sumar, como resumen de lo que aconteció en Granada.
Luego tocó debutar en casa frente a otro de los equipos potentes, al menos en presupuesto. Aquí parece que había más orden y mejor conjunción. Apenas el Alba pudo ofrecer 10 minutos de intención, porque tras el gol visitante la torre se derrumbó totalmente, dejando paso a un encuentro donde el dominio fue del Córdoba en todos los sentidos. Los cambios en la segunda mitad pusieron intención, pero nos fuimos del partido sin saber si su portero las para o no. Enormes carencias ofensivas en el cuadro manchego que se deben resolver con los fichajes que tienen que aterrizar estos días.
No debemos olvidar que la Segunda División B en la que estuvimos la pasada temporada tiene muchos equipos cuyo nivel deja mucho que desear, algo que no ocurre en Segunda. Aquí todos te pueden hacer un roto y muy pocos pueden sacar la cabeza como hizo el conjunto manchego en un grupo II donde estaba claro quién era el llamado a ser campeón.
Ahora toca acertar en esos jugadores que faltan por llegar, que deben dar un plus importante a una plantilla necesitada de gol y jugadores ofensivos. El Córdoba nos dio un baño de realidad, nos mostró claramente lo que es la Segunda División, así que toca aprender, trabajar y tener claro dónde estamos.
