Sí se puede, o no (La Tribuna, 17-05-16)

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La situación del Albacete Balompié está al límite de lo imposible. Uno no quiere hacerse a la idea de que todo está perdido. Uno quiere pensar que en los cuatro partidos que quedan el equipo podría ganar los cuatro e incluso con tres se podría salvar. Uno quiere ser optimista, pero la realidad de un equipo que no ha sido capaz, en las 38 jornadas que se llevan disputadas, de ganar dos partidos consecutivos entierra cualquier pensamiento positivo.

Uno confía en un técnico como César Ferrando, al que en Albacete conocemos de sobra y sabemos que tiene los conocimientos necesarios para conseguirlo. El de Tavernes está dando todo lo que tiene y desde el primer momento ha empujado al entorno a remar hacia delante, ha intentado meter confianza y optimismo en la plantilla y ha buscado todas las opciones posibles para encontrar los mejores resultados. El problema es que no ha sido suficiente para sacar la cabeza del pozo.

Y es que el equipo adolece de tantas cosas. Todas han quedado en evidencia a lo largo de la temporada, pero uno siempre ha tratado de confiar en que la situación tenía solución. Pero la realidad siempre ha sido muy diferente.

El año pasado faltó gol, era algo evidente, y se intentó solucionar, pero no se ha conseguido. Es más, incluso se perdió, porque los bandas como Keko o Jorge Díaz aportaron cosas (11 goles) que este año no has encontrado en los fichajes (tres llevan entre Jason, Carmona,  Vico y Jara). Si a esto se le une la falta de gol en la delantera, tienes un equipo, que como dicen los resultados y la estadística, es incapaz de remontar un partido cuando el rival se pone por delante.

A la falta de gol se le une una fragilidad defensiva evidente, con constantes errores individuales que han hecho que el mejor fichaje de esta temporada, el portero Juan Carlos, no haya servido para evitar volver a ser el equipo más goleado del campeonato.

En estos últimos partidos no se puede negar el trabajo y la honradez de la plantilla, pero al mismo tiempo se echa en falta algo más de carácter. Uno quiere tener fe, confianza, pensar en que sí se puede, pero la realidad puede con el optimismo. De todas formas, siempre quedan esos milagros que a veces nos ofrece el mundo del fútbol. Quién sabe si este año el Albacete estará entre los elegidos por el destino para ser protagonista de unos de esos milagros ¡Ojalá!

Sobre el autor

Juan Carrizo

Jugador y entrenador titulado de baloncesto, practicante de otros deportes como el fútbol, el atletismo o el tenis, trabajo como redactor de deportes en La Tribuna de Albacete desde 1991 habiendo colaborado en diferentes ocasiones y en varias emisoras locales como Radio Chinchilla, COPE o la desaparecida Arco Iris.

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