Conseguir que el Carlos Belmonte se llene es poco menos que una utopía. Una instalación para 17.500 espectadores en una ciudad de 170.000 habitantes supone que un 10% de su población acuda al Estadio. Dejando a un lado las visitas de la selección española, en muy pocas ocasiones se ha conseguido llenar el Belmonte, acaso con alguna de las visitas del Real Madrid o Barcelona.
Por eso será casi imposible que este sábado, en el importante partido contra La Hoya, se produzca un lleno hasta la bandera, pero siendo un poco optimistas se podría alcanzar una cifra significativa como pueden ser los 10.000 espectadores. Sería decir a las claras que esta ciudad, esta afición, quiere volver a ver a su equipo en la Liga de Fútbol Profesional, pues ya me dirán cuantos equipos de los 79 que forman la Segunda División B tienen capacidad para meter a 10.000 espectadores en un campo. Seguramente los cantaremos con los dedos de una mano.
El horario será un gran handicap, y aunque sea un fastidio que se haya puesto el partido el sábado por la tarde, con el consiguiente perjuicio, principalmente, para los aficionados que trabajen en el comercio, hay que atenerse a las consecuencias, pues hay un contrato firmado con Castilla-La Mancha Televisión por el que el club recibe una cantidad en torno a los 90.000 euros por tener la opción de televisar sus encuentros, con la particularidad de que es el ente público regional el que elige los horarios y en este caso un compromiso adquirido con anterioridad impedía a CMT televisar el encuentro en la tarde del domingo. Nos gustará más o menos, nos fastidiará más o menos, pero es lo que hay.
Los que no tengan impedimentos ineludibles deben acudir al partido, tienen que hacerlo, no hay excusas. Hay que tratar de que el Belmonte presente la mejor imagen posible, porque este equipo y estos jugadores se lo merecen. Los resultados son los que son y quizás se han perdido puntos que no debían haberse dejado escapar, pero no se puede negar el alto grado de implicación y compromiso de la plantilla, que lo está dando todo, y el buen hacer del técnico Luis César.
El partido frente a La Hoya no será definitivo, ni mucho menos, porque todavía quedarán 18 puntos en juego, y lo más que puede hacer el Albacete es ganar e igualar a punto de los murcianos, pero ahora estarían por delante gracias al golaveraje particular. Pero más allá de o que quede todavía por jugarse, ganar sería un golpe de moral importante ya que a partir de entonces el Albacete dependería de sí mismo para ser campeón y, así, tener mayores opciones de conseguir el ascenso.
Los precios reducidos son una llamada, un imán que tiene que atraer a todos los aficionados que puedan acudir el sábado al Belmonte, porque será un día para pasar lista y, el que no tenga justificante, no debe faltar a la cita. Este Albacete, estos jugadores y este cuerpo técnico lo merecen con creces. Es la hora de la afición.
