García López recupera su mejor tenis

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La temporada para el tenista Guillermo García López está siendo como la noche y el día. Tras un arranque de 2013 complicado, a pesar de tener la inmensa alegría de ser convocado y jugar con el equipo español de Copa Davis, el rodense ha sufrido un cambio radical tras la operación de apendicitis a la que tuvo que someterse el pasado mes de marzo.

Hasta esa fecha no había ganado ningún partido en un cuadro final en la ATP, incluido el encuentro que disputó como miembro del equipo español de Copa Davis en la eliminatoria contra Canadá, donde no pudo con Milos Raonic.

Pero llegó el paso por el quirófano para ser intervenido de apendicitis. Ese pequeño trozo de carne de unos 10 centímetros de largo y cuatro o cinco de diámetro le fue extirpado. El obligado mes de baja hizo que nuestro mejor deportista cayera al puesto 99 en el ranking de la ATP y así afrontó su retorno a la pistas en el Abierto de Marruecos a primeros de abril.

En su vuelta, el rodense cambió la noche por el día y en las últimas tres semanas ha vuelto a surgir el mejor Guillermo García López, ese que deslumbró en 2010 y en 2011 para alcanzar el puesto 23 en el ranking ATP.

Llegó a Casablanca sin tener todavía clara su total recuperación, pero ganó su primer partido del año y superó dos rondas para plantarse en cuartos de final, donde cayó con el 17 el mundo, el suizo Stanislas Wawrinka. Al no poder optar a otros torneos por falta de ranking, la siguiente semana decidió foguearse en el Challenger de Roma, donde consiguió cuatro victorias para plantarse en la final, que perdió con el alemán Julian Reister.

Lo mejor estaba por llegar. No tenía sitio en el Godó, pero entró en el ATP de Bucarest, donde superó a tenistas de mejor ranking para plantarse en la final. Para empezar dejó en la cuneta al argentino Horacio Zeballos, 40 del mundo y verdugo de Rafa Nadal este año en Viña del Mar. Tras superar en segunda ronda al ucraniano Sergiy Stakhovsky se encontró en cuartos de final con el primer cabeza de serie del torneo y número 10 del mundo, el serbio Janko Tipsarevic, al que derrotó en un soberbio partido. En semifinales tuvo al alemán Florian Mayer, 29 del mundo, y lo superó demostrando el gran momento de forma que atraviesa. En la final, cuarta en un torneo ATP que disputa en su carrera profesional Guillermo García López, el tenista de La Roda, con fiebre,  no pudo con el checo Lukas Rosol, número 48 del mundo.

Alucinante la semana para García López en lo que ha sido su reencuentro con su mejor tenis. Salto en la clasificación, hasta el puesto 66, y enorme carga de moral para afrontar lo que todavía queda de temporada, donde esperamos que nos siga dando alegrías. Muy cerca de cumplir los 30 años, el próximo 4 de junio, Guillermo García López demuestra tener cuerda para rato, después de varias años entre los mejores del mundo, algo que quizás no se valora lo suficiente en un país acostumbrado a tener grandes tenistas, pero que no debemos dejar pasar por alto ya que podemos estar ante uno de los mejores deportistas que ha dado Albacete en toda su historia, sin lugar a dudas.

Sobre el autor

Juan Carrizo

Jugador y entrenador titulado de baloncesto, practicante de otros deportes como el fútbol, el atletismo o el tenis, trabajo como redactor de deportes en La Tribuna de Albacete desde 1991 habiendo colaborado en diferentes ocasiones y en varias emisoras locales como Radio Chinchilla, COPE o la desaparecida Arco Iris.

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