El mundo del deporte presenta su cara más amarga principalmente cuando se produce un descenso deportivo, pero también hay otros momentos en los que los dirigentes de los clubes, sobre todo cuando son modestos, se sienten traicionados por jugadores que crees conocer, a los que acabas cogiendo cariño, y que a las primeras de cambio te acaban dando una puñalada trapera.
Es el caso que está ocurriendo ahora mismo en el CV Albacete con la jugadora Encarnación Ati García, que tras cinco años en Albacete decide no cumplir su compromiso de renovación para la próxima temporada y deja literalmente tirado al club, que hace más de un mes que podría haber estado buscando otra central y ahora, obviamente, tiene un perjuicio provocado por la falta de palabra y de compromiso de una supuesta profesional, y digo supuesta porque chiquilladas como la que está protagonizando la granadina no son de recibo ya a estas alturas.
El caso es que con la intención de la Federación Internacional de limitar el número de extranjeras el mercado nacional se está poniendo como loco y a la jugadora le han llegado suculentas ofertas económicas, superiores sin lugar a dudas a la que ya había aceptado del CV Albacete, un club que no paga mucho, pero que cumple con sus compromisos -no como otros- y que siempre se ha caracterizado por tratar muy bien a sus jugadoras cuando tienen que solucionar problemas extradeportivos en los que el club no tendría porqué meterse pero que, dado el trato cercano que existe en el club, siempre están para echar una mano, por difícil que resulte el tema.
Ayer mismo el Valeriano Alles Menorca Volei anunciaba en su página web el fichaje de Ati García, lo que supone un conflicto que habrá que ver cómo se resuelve, porque la Federación se encontrará con una jugadora que figurará en dos trípticos diferentes.
El CV Albacete se puso en contacto ya con el equipo mallorquín la pasada semana para advertirle de la situación, pero ya se ha visto claro que se la suda el conflicto, en lugar de tratar de buscar una solución amistosa.
El perjudicado no es otro que el CV Albacete, que siempre va de bueno y le acaban dando por donde amargan los pepinos. Al final seguro que Ati García se va de rositas, el Menorca Volei tendrá en sus filas a la jugadora granadina y al club albaceteño se le quedará cara de tonto y tendrá que buscar otra central.
No es la primera vez que sucede un caso de este tipo, porque hace un par de temporadas sucedió prácticamente lo mismo, sólo que la jugadora en cuestión, que no es otra que Diana Castaño, fue de cara, explicó la situación, se llegó a un acuerdo y aquí paz y después gloria, pero claro, no todas se visten por los pies.
Me hace gracia la respuesta de Ati cuando se le expresó desde el club que dado el perjuicio que se producía tendría que haber una compensación. «Esto no es el fútbol», dijo la granadina. Por mí que se vaya a zurrir mierdas con un látigo, que arrieros somos y en el camino nos encontraremos.
